Entre las Butacas y los Bleachers

Entre las Butacas y los Bleachers
Pablo Grajales Rojas
pgr.tigres@gmail.com

Pago por ver

Todo arde si le aplicas la chispa adecuada, de acuerdo a Enrique Bunbury. Dado el caso -y contrario a la duda de Tori Amos quien se pregunta dónde está la chispa (here, here)- la Liga Mexicana arderá en llamas mientras Carlos Alberto Gastélum sea jugador activo.
Pelotero más excitante sobre un diamante no conozco. Su entrega parece emanar de figuras históricamente revolucionadas como Ty Cobb, George Brett o Pete Rose. O de los tres en una extraña clonación genética.
De algo sí estamos seguros: Gastélum es el único pelotero que puede presumir tres hitos inigualables en su aún relativamente corta trayectoria. El Novato del Año 2002 tiene un triple play sin asistencia (mayo 4, 2006), robos de segunda, tercera y home en la misma embasada (abril 22, 2009) y ahora añade un pisa y corre desde segunda hasta el plato (abril 29, 2010). Todo sin dejar de subrayar que su defensiva ha ganado par de Guantes de Oro, uno como short stop y otro en la intermedia, aunque sobra decir que si el galardón se entregara por alcance y espectacularidad en lugar de ir a las vitrinas de quien ostente el mejor porcentaje de fildeo en la posición, “Chispa” tendría que construir un piso adicional a su hogar para abrir espacio a las numerosas manillas doradas que merecería.
En una era en que la mayoría de los ídolos son carabineros de largo alcance (lista en que me incluyo tras admirar a Mark McGwire en su etapa con los A’s), es de llamar poderosamente la atención que un pelotero que promedia un home run cada 137.63 turnos al bat sea favorito de la fanaticada. Pero no hace más falta que ir al parque y verlo en vivo para entender el por qué.
Su habilidad no es cosa de hoy. Según una nota que encontramos en internet redactada por Bill Shaikin para el Los Angeles Times, el 4 de abril de 1999, los Rieleros de Aguascalientes jugaron, y perdieron 5-2, ante los entonces aún Anaheim Angels en Edison Field. La crónica finaliza señalando, textualmente: “El mejor prospecto en el sistema de sucursales, el pitcher Ramón Ortiz, 23 (edad), viene de República Dominicana. También los shortstops Nelson Castro, 22, y Bienvenido Encarnación, 21. Los Angels están encantados con la habilidad defensiva del shortstop Carlos Gastélum, 17, firmado de México el invierno pasado. Ellos ganaron la oferta a numerosos clubes por el pitcher venezolano Francisco Rodríguez, 17, firmado por un bono de 900 mil dólares en otoño”. Vaya compañía.
Durante la insoportable huelga ligamayorista de 1994, otro electrizante pelotero como Leonard Kyle Dykstra III, mejor conocido como Lenny, tuvo los machos para declarar que amaba tanto al baseball que lo jugaría gratis. Su servidor recibe un sueldo por narrar los juegos de Tigres, pero cualquier día de la semana pagaría boleto por ver jugar a Carlos Alberto Gastélum. Y nunca estará en mi lista de promesas a olvidar, pues todo arde si le aplicas la Chispa adecuada.

Nueve años, 236 días
Ver a dos taponeros de lujo enfrascarse en un duelo de relevo en extra inning es cosa de otro mundo. El domingo 25 de abril en Mérida, José Vargas y Scott Chiasson lanzaron cuatro rollos cada uno. El primero ganó, el segundo salió sin decisión. Vargas no tiraba cuatro asaltos o más desde el 27 de agosto de 2006 cuando Leones de Yucatán se coronó sobre Sultanes de Monterrey en 14 entradas. Analicemos la línea del dominicano entonces y el domingo pasado, en ambos casos, triunfos:
Agosto 27, 2006: 5 innings, 2 hits, 0 carreras, 2 bases, 4 ponches, 76 pitcheos.
Abril 25, 2010: 4 innings, 3 hits, 1 carrera, 1 base, 0 ponches, 42 pitcheos.

Más espectacular aún, aunque perdió el primero y salió sin decisión en el segundo, es el tiempo que tardó Scott Chiasson, Relevista del Año 2009, en volver a lanzar al menos cuatro entradas. La última vez que lo hizo era un mozalbete prospecto de Oakland en sucursal clase A alta con los Robles de Visalia. Aquello sucedió el 1 de septiembre del 2000. Debieron transcurrir nueve años y 236 días para que Chiasson volviera a pitchar al menos cuatro capítulos:
Septiembre 1, 2000: 4 innings, 6 hits, 5 carreras, 0 bases, 4 ponches
Abril 25, 2010: 4 innings, 1 hit, 0 carreras, 3 bases, 2 ponches, 51 pitcheos

Rachas agrias, ¿finales épicos?
Con el triunfo por 6-3 sobre los Olmecas de Tabasco el miércoles 28, los Tigres evitaron su peor seguidilla de tropiezos desde 2004 cuando se sucumbió en los últimos seis desafíos de la temporada regular, lo que le costó al manager Mario Mendoza su trabajo dos días antes de concluir el rol regular. Reveses por 12-6, 7-6 y 9-2 ante Diablos, y 11-0, 8-0 y 6-1 a manos de Oaxaca, todos en casa –el Hermanos Serdán de Puebla por aquel entonces- conformaron la mala pasada, aunque los felinos llegaron a playoffs para eliminar a los propios Guerreros antes de caer con el eventual campeón, Piratas de Campeche. Estas son las tres cadenas de tropiezos más prolongadas incluyendo aquella de 2004:
18-23 junio 2004: 6 derrotas, 15 carreras anotadas, 53 recibidas, -38 en diferencial
9-14 julio 2005: 5 derrotas, 17 carreras anotadas, 32 recibidas, -15 en diferencial
27-31 mayo 2009: 5 derrotas, 19 carreras anotadas, 45 recibidas, -26 en diferencial
22-27 abril 2010: 5 derrotas, 15 carreras anotadas, 30 recibidas, -15 en diferencial

Las rachas de 2005 y 2010 son harto parecidas. En aquel año, 11 desafíos más antes de ir a playoffs fueron suficientes para terminar el mal paso y terminar por conquistar el noveno campeonato. ¿Qué deparará el destino este año?