Entre las Butacas y los Bleachers

Pablo Grajales Rojas
pablograjales@tigresqr.com

NOMINACIONES EBB‘11

El voto es secreto pero, como cada año, Entre las Butacas y los Bleachers (EBB) comparte al público su sufragio, con el detallado análisis que condujo a las decisiones consideradas por su autor como las más objetivas. No se trata de pronósticos ni de presumir si al final se acertó; todo lo contrario, ésta es la votación real con su respectivo por qué. Nada debe hacerse a la ligera y mucho menos al llenar una papeleta de relevancia para los que amamos al rey de los deportes.

NOVATO DEL AÑO
Nombre: Alejandro Martínez
Equipo: Petroleros de Minatitlán

El 2011 trajo una sólida camada de nuevos valores aunque algunos no califican al galardón por haber jugado en sucursales AA y AAA en Estados Unidos como es el caso de Maxwell León. El sorteo de peloteros no firmados por clubes LMB dio a Tigres un brazo sólido que significó el único abridor zurdo en la figura de Enrique Lechuga (5-1, 4.03, WHIP 1.48). Carlos Ibarra (.302, 6, 26, .763 OPS) fue una grata revelación con Olmecas al igual que el Petrolero Jesús Valenzuela (.369, 4, 19, 1.055 OPS) –que no jugó lo suficiente para tener mayor impacto- y el Acerero Jesús Arredondo (.320, 1, 14, .769 OPS). Pero a juicio personal, Alejandro Martínez es el mejor rookie. Ponga atención: Minatitlán usó a ¡39 pitchers diferentes durante la temporada! Con 5.94 de efectividad colectiva, apenas cinco finalizaron por debajo de 4.00 y el ‘Cañoncito’ fue quien más innings trabajó. El ex prospecto de los Yankees que aún pertenece a Sultanes dejó marca de 7-2 con 2.90 de carreras limpias admitidas, tuvo un muy decente 1.36 de WHIP, sólida relación de ponches por cada pasaporte (1.74) y ponches por cada nueve entradas (5.8) además de someter a sus rivales a la hora cero; con corredores en posición de anotar y dos outs le batearon para un miserable .105.


PITCHER DEL AÑO
Nombre: Marco Tovar
Equipo: Broncos de Reynosa

Bobby Cramer facilitó la elección del premio en 2010. Pero este año la batalla fue demasiado apretada. Veamos a continuación un cuadro comparativo entre los serpentineros que personalmente considero tuvieron los números para disputar la designación (en negritas/cursiva destaca el líder de la Liga):


Aunque su marca de 10-7 no deslumbra, Lorenzo Barceló fue colíder en salidas de calidad (al menos seis entradas y tres o menos carreras limpias permitidas) con 14, fue el caballo de batalla número uno con 142 innings, ponchó a cuatro por cada boleto regalado y entre los candidatos fue el de más bajo WHIP. Francisco Campos fue segundo en episodios, igualó la cima de triunfos y ponchó a 7.42 rivales por cada nueve rollos. Pero Marco Tovar se echó a los Broncos al lomo: ganó 12, comandó al circuito en efectividad y tuvo 14 aperturas de calidad. Nada halagador ser el primer pitcher en 50 años en ganar la corona de carreras limpias con porcentaje arriba de 3.00 (desde ‘Jiquí’ Moreno en 1961), pero Marco Tovar es el Pitcher del Año.


RELEVISTA DEL AÑO
Nombre: Sandy Nin
Equipo: Tigres de Quintana Roo

No hace mucho que EBB calificó a los taponeros del 2011 y allí mismo está la llave de esta nominación. Sandy Nin comandó en rescates (24), bateo más bajo en contra (.202) y permitió el menor número de corredores por cada nueve innings (8.53).
José Cabrera perdió gas y nunca tuvo muchos desafíos para salvar, José Silva levantó en Campeche pero se lesionó y Hung-Wen Chen arribó tarde, Óscar Villarreal erró varias chances y Alan Guerrero estacionó su efectividad en un alto 4.05. El ‘Mazo’ Nin terminó con 8-4, 2.80 y 24/30 en rescates. Recuerdo que el 15 de mayo en México, Diablos le hizo seis carreras en dos tercios para fastidiar su ERA a 4.25 y el dominicano nos dijo con firmeza “lo voy a dejar debajo de 3.00”. Misión cumplida. Si eliminamos esa actuación en un juego no salvable, Nin hubiese finalizado con 2.05 de ERA.


RETORNO DEL AÑO
Nombre: Pablo Ortega
Equipo: Tigres de Quintana Roo

Al menos cuatro fuertes contendientes pujan por el premio con las brillantes actuaciones de
Pablo Ortega, Roberto Ramírez, Mendy López y Sharnol Adriana. El dominicano López pasó de .311, 5, 27 en 50 juegos para Monterrey en 2010 a un fabuloso .321, 31, 106 con Puebla. Adriana, el curazaleño nacionalizado mexicano, estuvo fuera de LMB y volvió con un sólido .331, 12, 64 para Petroleros. ‘Metralleta’ Ramírez dejó un flojo 6-8, 6.15 para resucitar con 10-3, 3.59. Pero la historia del año es con Pablo Ortega. El tamaulipeco ha desgastado el brazo como ningún otro pitcher azteca con sus repetidas intervenciones en playoffs con Tigres en verano, Venados en invierno y numerosos llamados a la Serie del Caribe. El año pasado pagó factura: 2-6, 8.24. En 2011, la fama volvió a sonreírle: Pablo llegó a su triunfo 100 en Liga Mexicana, al doble dígito de victorias por sexta ocasión, lanzó un sin hit ni carrera cuasi perfecto (échele juicio señor Darío Rivero Junior), terminó tercero en efectividad (3.29) y segundo en aperturas de calidad (13). Ortega, nuevamente el as de la serpentina, es el Retorno del Año.



JUGADOR MÁS VALIOSO
Nombre: Luis Terrero
Equipo: Diablos Rojos del México

Entiéndase a la distinción bajo la lupa como Más Valioso. El inobjetable Jugador del Año (podríamos buscar una marca comercial que lo haga, como Sporting News en Estados Unidos. La agencia AP y la Asociación de Jugadores de Grandes Ligas entregan sus propios premios) se llama Luis Terrero. Temporada 30/30 en home runs y robos, y el flirteo con la triple corona de bateo lo hacen el mejor de lo mejor en 2011. Pero en Diablos todos batean, por ello decidimos ir a fondo con la siguiente comparación:


Candidato enorme a robarle el MVP a Terrero es el cubano Bárbaro Cañizares quien se embasó una de cada dos apariciones al plato, cerró como champion bat y promedió para .444 en el momento clave, es decir, con corredores en posición de anotar y dos outs. Rubén Rivera creó 85.19 carreras lo que representó el 16.64 por ciento de las anotaciones de sus Piratas de Campeche, la mejor cifra en LMB. Terrero generó la inverosímil cifra de 117.21 carreras bajo la fórmula sabermétrica de Runs Created y me sorprendió sobremanera que tal número trajo casi el 16 % de las carreras escarlatas. Su velocidad, título de remolques y el también inaudito 1.254 de embasamiento más slugging lo convierten en un pelotero fuera de Liga, y además se dio tiempo de promediar .308 en momentos clutch. De haber sido más bajo el promedio de carreras creadas para el total que timbró su club, hubiera elegido a Rivera o a Cañizares como el auténtico MVP. Pero Terrero demostró bajo estas cifras que también fue el Más Valioso de su equipo –por ende- de LMB.


MANAGER DEL AÑO
Nombre: Homar Rojas
Equipo: Broncos de Reynosa

La baraja para Manager del Año es amplia. Matías Carrillo y Mako Oliveras condujeron a sus clubes al primer lugar de sus respectivas zonas; Daniel Fernández devolvió al glorioso Águila a un playoff donde no llegaba desde 2005; Dan Firova tomó las riendas de unos siempre lentos de arranque Piratas para calificarlos como uno de los de mayor momentum; Eddie Díaz regresó de su exilio voluntario y revivió a Guerreros; Homar Rojas perdió a su primer bat casi un mes y mantuvo en segundo lugar a sus Broncos. Como herramienta para ayudarnos a resolver el misterio de nuevo hicimos un comparativo:


Diablos habrá tenido el mejor récord global, pero cuando celebró duelos apretados –los definidos por una carrera- Mako fue el único con marca perdedora. En juegos con diferencia de más de tres anotaciones, los escarlatas aplastaron con 37-19 –siempre a macanazos. Aunque Fernández ganó más que nadie en cotejos cerrados, contó con el mejor pitcheo y la tercera cantidad más alta de bambinazos. El cuerpo de lanzadores campechanos comandó desde el arribo de Firova. Tigres contó con enorme pitcheo y bateo oportuno con buen número de bombazos. Pero el equipo más “gris” -lejos de tener entre los líderes a su picheo, bateo o poder- fue Reynosa, que de cualquier forma tuvo el mejor promedio de ganados y perdidos en desafíos definidos por una carrera. Por ello, y únicos sin brazos foráneos, Homar Rojas tiene mi voto en la más pareja y complicada decisión con final de fotografía.