Entre las Butacas y los Bleachers

Pablo Grajales Rojas
@Pablo_dude

¡Verde, verde, verde!

Banderazo de arranque en Liga Mexicana, por demás sorpresivo, pero que no refleja fidedignamente lo que debemos esperar del resto del calendario. Las rachas que Tigres y Diablos presumen de acceder consecutivamente a playoffs son garantía de que ahí estarán instalados en agosto. Tampoco creemos que los Acereros del Norte sean tan dominantes para estar en el segundo lugar de su zona, ni que Puebla sea tan débil como indica su 0-9 de inicio.
Eso sí, mucho cuidado con Monterrey y Veracruz. Los Sultanes apostaron por el manager más polémico cuanto exitoso en el boricua Lino Rivera, que parece haber encontrado el manual para dirigir a la pléyade que conforma el roster de los fantasmas grises al cual podrían sumarse varias estrellas más con los recortes primaverales de Grandes Ligas. A su vez, los Rojos del Águila sorprendieron al mundo beisbolero con el cese de Daniel Fernández quien los llevó a la final del Sur. Su elección por un extranjero inexperimentado en suelo azteca, el boricua Orlando Merced, luce fabulosa. Lo vimos dirigir por nota contra Tigres y opaca considerablemente a su contraparte Julio Franco pues el dominicano aún no sabe lo que es ganar como manager en México. Los Pericos se la jugaron en grande pero se olvidaron que la idiosincrasia de nuestro país es inquebrantable. La absurda rigidez del régimen impuesto por el general Franco –Julio, no el coruñés fascista Francisco- está, literalmente, fuera de liga.
Por otro lado el pitcheo anda de vacas gordas. El 4.27 de efectividad de LMB es bastante bueno, mientras que el .271 de bateo colectivo es verosímil. Claro, Laguna está en sus andadas con un lastimero 7.07 de carreras limpias mientras los Rieleros parecen haber mutado en trenes bala y son los únicos por encima del .300 con la majagua, y no por poco, pues su .338 con 19 cuadrangulares andan desorbitados.

Lineup

La conformación de un lineup posee connotaciones artísticas. Nada fácil resulta adecuar las cualidades de cada pelotero donde mejor productividad le representen al conjunto. En esta naciente campaña, el primer bat que tanto buscó Tigres desde su reapertura de fronteras a peloteros foráneos en 2008 no ha sido problema. Ya sea Sergio Contreras, ya sea Alex Romero, el leadoff hitter de Tigres promediaba .447 y sumaba ocho carreras anotadas en los primeros nueve juegos –ambas las mejores cifras del orden al bat. El tercer peldaño, sin embargo, deja qué desear. Sin home runs, con par de producidas, es claramente superado por el octavo en el lineup que lidera a Tigres con cuatro bambinazos y 11 remolques. De hecho, la productividad del octavo mejora la suma de tercer y cuatro troncos juntos.
Ajeno a lo acontecido en 2011 cuando los felinos pusieron pocos corredores en las bases pero lucieron un bateo clutch de lujo, en este año los bengalíes tienen un grueso promedio de bateo de .368 para quien inicia la tanda, pero apenas batea como club .262 con corredores en posición anotadora, .194 en tal condición pero con dos outs y .125 con casa llena.
De poco sirve ser segundo en el circuito con un .292 colectivo si no se traduce en la única estadística real en el rey de los deportes: anotar carreras. Seamos pacientes y pronto vendrán los ajustes necesarios para que Tigres tome su ritmo natural.

El país del compadre

Dentro del primer bloque de esta entrega abordamos el tema de la idiosincrasia pachanguera, despreocupada, pero en sí efectiva del mexicano. Otra característica intrínseca es el compadrazgo.
Ahora que se desveló en magnánima presentación al naciente –pero paradójicamente “el original” dice Pedro Treto- Salón de los Inmortales, hay montones de cosas por mejorar. Mucho nos hemos quejado de la dualidad operativa de un mismo dueño con par de franquicias. Pero cuando vemos la realidad de nuestro pobre y desamparado país, es un honor que empresarios como Alfredo Harp impulsen ciegamente a este bello deporte.
Ahora bien, el Salón de la Fama (el respaldado por cervecería que ya no sé si es el original, el falso, el actual, el alternativo o el bizarro gracias al confuso discurso de Treto Cisneros) tiene múltiples fallas, de acuerdo a la opinión de un servidor que de ninguna manera es la verdad absoluta (ni la original, falsa, actual alternativa o bizarra). La primera es la mediocridad de enaltecer, obligadamente, a cuatro personajes anualmente. Sí en la clase de matemáticas el más alto saca un infame 6 para pasar a la panzazo de Loret, ¿acaso el maestro debe aplicar regla de campana y ese 6 se vuelve en 10? Ya basta de alimentar la mediocridad. Si no merece ingresar nadie, que nadie se inmortalice. Si una generación tiene cinco o seis de indudable jerarquía, que accedan todos. Pero claro está que hoy por hoy hay muchos entronizados con pocos merecimientos y otros tantos olvidados injustamente. Eso sí, compadres hay muchos. El por demás ridículo y confuso sistema de votación debe olvidarse ya. Y la integración del comité elector debe justificarse. Es hora de empezar a hacer bien las cosas. Aprovechen señores este arranque de cero (o esta reorganización del ideal cristalizado en 1973).

Foto parque Beto Ávila: Fernando Núñez
Foto Salón de los Inmortales: LMB