lunes, 14 de mayo de 2012

Entre las Butacas y los Bleachers

Pablo Grajales Rojas
@Pablo_dude

Héroes de ayer, de hoy y de siempre

Nada alimenta un súbito flujo de adrenalina mejor que el baseball. Incluso para quienes estamos fuera del diamante. Comerse las uñas mientras un pitcher busca el sin hit, aferrarse a la butaca con la potencial carrera del empate en posición anotadora y dos outs o hasta aguantarse las ganas mientras un desafío se extiende a extra innings.
Sin embargo, adentrándose en la disciplina misma que es una constante lucha contra el desgaste cotidiano, una prueba a la stamina física y mental, debemos reconocer que el romanticismo más puro del rey de los deportes se encuentra en las rachas juego a juego. De ahí la maravilla de marcas que Cal Ripken Jr. y Gerardo ‘Polvorita’ Sánchez establecieron en las Mayores y en Liga Mexicana respectivamente de jugar todos los días, venciendo lesiones, malestares, cansancio, estrés e incluso eventos familiares como alguna boda o funeral y, desde luego, una tormenta que retrase vuelos. Ahora, añadamos a esa extensión continua otro complejo factor. Ahí encontraremos el record de records: conectar al menos un imparable en juegos consecutivos.
Raymond Emmett Dandridge (LMB lo reconoce erróneamente como Dandrige), inducido al Salón de la Fama de Cooperstown, Nueva York, fue un extraordinario pelotero afroamericano que brilló en Ligas Negras con novenas como las Estrellas de Detroit y los Dodgers de Newark. Llegó a México en los años 40 cortesía de Jorge Pasquel y estableció una marca: pegó hit en 29 duelos en fila.
Entonces llegó el gigante cubano Roberto Ortiz. El de Camagüey apareció en los diamantes aztecas en 1945 con los Rojos del México tras cuatro campañas con los Senadores de Washington. En 1948 quebró el récord de ‘Mamerto’ Dandridge y estableció, con 35 juegos seguidos regando de menos un indiscutible, la nueva marca. Eso incluso le valió volver a la capital estadounidense al año siguiente.
Pasaron 52 largos, larguísimos años, para que surgiera un nuevo héroe. He aquí a Luis Manuel de los Santos Martínez. Oriundo de San Cristóbal, República Dominicana, Luis jugó en Grandes Ligas con los Reales de Kansas City en ’88 y ’89, y con los Tigres de Detroit del ’91. Probó LMB con Charros de Jalisco (’91 y ’92) antes de exiliarse en la pelota oriental donde bateó hit en 22 juegos consecutivos en 1996, un récord para extranjeros en la Liga de Taiwán que perduraría 12 años. Aquel fue un augurio de lo que acontecería a su retorno a México, con Saraperos de Saltillo, en el año 2000.
Bienvenido el milenio al quebrarse la marca exaltada. 27 de mayo, parque Licenciado Eduardo Vasconcelos de Oaxaca. De los Santos batea de 6-4 con doble, home run y seis producidas. Allí comenzó a hilarse la magnífica secuela. Se sucedieron uno tras otro los duelos con dos, uno, tres hits. Luego de igualar a Ortiz, Luis se bañó en la gloria el domingo 9 de julio en el parque Francisco I. Madero ante los Langosteros de Cancún. Willie Romero despidió a Cruz Antonio Soto con doble y de los Santos recibió a Hugo Rodríguez con cuadrangular para arribar al mágico número de 36 juegos seguidos con al menos un hit.
Cierto es que Willis Otáñez, un perenne sazonador de la pelota azteca con su constante majagua y picante merengue, abrió una nueva etiqueta en el Quién es Quién. Sus 37 juegos consecutivos con imparable merecen vítores y aplausos. Sin restarle mérito, el hecho que 15 juegos de la racha fueron al final de la temporada 2009 y los otros 22 al comenzar 2010 despoja cierto aroma de ese romanticismo que platicamos al comienzo de esta entrega.
Cuando Carlos Gastélum igualó el récord impuesto por Luis de los Santos, el miércoles 9 de mayo en la quinta entrada a las 21:27 en el parque Beto Ávila de Cancún, el inicialista Ramón Orantes y el propio lanzador rival, Alfonso Sánchez, se detuvieron para aplaudir la hazaña de ‘Chispa’. La racha concluyó al otro día y en cada aparición al plato el público se puso de pie y aplaudió para recibir y despedir a Gastélum. Para quien tiene guantes de oro en segunda base y el campo corto, que completó un triple play sin asistencia, que anotó en pisa y corre de segunda a home y que robó segunda, tercera y el plato en una misma embasada, hay una nueva proeza y cuidado que seguro vendrán muchas más.

Santa parafernalia Chispa; ¿de qué hablas Willis?

*Aquel 9 de julio de 2000 en que Luis de los Santos estableció el nuevo récord con 36 juegos en fila pegando hit, en el Foro Sol, en otro frente, Tigres dobló 6-3 a los Tecolotes. El pitcher ganador fue Jorge Campillo. El ‘Popeye’ de Tijuana, con toda lógica, también resultó el triunfador el 9 de mayo de 2012 cuando ‘Chispa’ igualó la marca en 36 duelos, al imponerse Tigres 8-2 a Olmecas.
*Manuel Vélez, que jugó con los Tecos aquella histórica tarde del 2000 al frenarse la racha de de los Santos, atestiguó la marca de Gastélum en Cancún, como representante del staff de coacheo de Yaquis. Lo mismo sucedió con Gerardo Sánchez quien ahora es coach de primera base de los felinos.
*El último pitcher al que enfrentó Luis de los Santos para detener su racha fue Enrique Quintanilla. Obviamente, el regiomontano estuvo en Cancún cuando Carlos Alberto emuló a de los Santos y cuando concluyó su propia cadencia. Quintanilla fue tomado por Tigres vía waivers y estaba a punto de ingresar al roster luego de sobreponerse a una apendicectomía de urgencia.
*Quintanilla terminó con la obra de Luis. Pero el también dominicano José Núñez lo dominó en sus primeros cuatro turnos aquel 11 de julio de 2000. Núñez y de los Santos compartieron recientemente como coaches de los Cerveceros de Milwaukee en Liga de Desarrollo de Dominicana, el primero a cargo del pitcheo y el segundo en el bateo.
*El 11 de abril de 2010, cuando Willis Otáñez se fue de 3-0 con una base por bolas (al igual que Gastélum al finalizar su propia cadena) para ver concluida su racha, el umpire en primera base fue Démian Hernández. Adivine usted el nombre del juez de azul el 10 de mayo de 2012 en que concluyó la marca de ‘Chispa’. Como un augurio, bad Omen Gregory Peckesco, claro, Demian Hernández fue el umpire en la inicial.
*Olmecas de Tabasco frenó a Chispa. El equipo al que dirigió Luis de los Santos como manager en México fue, indudablemente, Tabasco, en 2009 y es el actual club de Willis Otáñez.
*En sus respectivas rachas, estos fueron los números de cada ídolo:

De los Santos
Otáñez
Gastélum
AVG
.475
.479
.427
Turnos
143
140
157
Hits
68
67
67
Carreras
36
35
38
Dobles
13
17
9
Triples
1
0
1
Home Runs
11
5
4
Producidas
47
39
18
Bases
19
19
12
Ponches
20
13
25

Alrededor del mundo

En el acecho y posterior igualada de la marca de Gastélum a de los Santos, el tema en voga eran los records impuestos en distintas ligas. Joe DiMaggio es el más famoso con sus 56 juegos dando hit en 1941 con los Yankees de Nueva York. ‘Joltin’ Joe’ quebró los 44 desafíos en que ‘Wee’ Willie Keeler dio hit (que además fueron desde el inicio de la temporada) en 1897 para los Orioles de Baltimore. DiMaggio ya había dado hit en 61 juegos en Ligas Menores en 1933 pero quedó lejos del récord de 69 que Joe Wilhoit impuso en 1919 con los Jobbers de Wichita en la Liga del Oeste. En la pelota colegial de Estados Unidos, Robin Ventura  atizó incogible en 58 partidos seguidos en 1987 para la Estatal de Oklahoma. Damian Constantino, con la menor reconocida Salve Regina de Rhode Island, bateó hit en 60 juegos consecutivos pero lo hizo a lo largo de tres campañas: 2001, 2002 y 2003. En Japón, Yoshihiko Takahashi superó por un juego la marca de Atsushi Nahaike ocho años más tarde, en 1979, con el Hiroshima, con 33 encuentros. Lázaro Vargas, del Industriales, tuvo posesión del hito en las Series Nacionales de Cuba con 31 juegos dando imparable en 1985. Pero el santiaguero Rey Isaac Vaillant lo desplazó con 37 en el ciclo 1994-95. Desde luego, en Liga Mexicana del Pacífico, Christian Quintero conectó indiscutible en 35 juegos uno detrás del otro con Cañeros de Los Mochis en 2005-06 para batir el récord que Andrés Mora concretó con Yaquis al hilvanar 29 duelos con hit en 1986-87. En LMB, Quintero llegó a hilar 33 juegos con indiscutible entre el 18 de abril y el 4 de junio de 2010 con Guerreros de Oaxaca.

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