jueves, 16 de junio de 2016

DISTANCIA DOMINANTE Y ELECTRICIDAD DE UN CLÁSICO

Entre las Butacas y los Bleachers
Pablo Grajales Rojas
@Pablo_dude

DISTANCIA DOMINANTE Y ELECTRICIDAD DE UN CLÁSICO

El último par de semanas ha sido aderezado con una sazón particular para los campeones Tigres. El cierre de la primera mitad de temporada (no vuelta ya que se juega a rol corrido) fue positivo con par de series ganadas en casa; el fin de semana estelar tuvo en Alex Liddi y Esteban Quiroz el foco de atención del derby de cuadrangulares como campeón y subcampeón respectivamente; pero los sabores se intensificaron la semana anterior en las distantes visitas a Tijuana y la Ciudad de México -anteriormente conocida como Distrito Federal.

En tres largas visitas a la frontera (3 mil 239 kilómetros con 13 metros separan a Cancún de Tijuana), los quintanarroenses jamás han perdido serie. Los Tigres de la Angelópolis nunca fueron a la frontera pues en 2004 no hubo series interzonales impidiendo el duelo ante aquellos nacientes Toros, mientras que en 2005 y 2006, los Potros visitaron el Hermanos Serdán.

Estrenándose en su paradisíaca nueva casa, los bengalíes caribeños partieron a la excursión que recorre el país de punta a punta –con escala previa en Monterrey- para debutar en TJ ante los Potros un viernes 15 de junio en el entonces llamado Calimax. Salvador Rodríguez toleró par de bambinazos de Luis Mauricio Suárez y Miguel Ramírez lanzó pelota de dos hits –uno de Ray Martínez y otro de José Manuel López, hoy preparador de los actuales Toros- en la victoria de Tigres por 13-4 en el juego 2 mil en la trayectoria de Matías Carrillo en LMB. Home runs del ‘Coyote’ y de Suárez al día siguiente, con joya de Pablo Ortega en el tercero de la serie, remataron la barrida.

Tras la mudanza de los Potros y el eventual retorno del baseball a la frontera con la franquicia de Minatitlán –originalmente los extintos Langosteros de Cancún- la siguiente visita de Tigres fue en 2014 cuando Amauri Sanit superó a Víctor Álvarez y los felinos se impusieron 8-4 a los Toros con tres producciones de Sergio Contreras el martes 15 de abril. La serie fue para los visitantes 2-1.

El 30 de junio de 2015, Brandon Villarreal debutó en Liga Mexicana y tanto él como Isaac Rodríguez –hoy candidato a Novato del Año- dieron sus primeros hits en el circuito veraniego al ganar Tigres 11-3. Daniel Cabrera y Ramón Ortiz dieron a los quintanarroenses las dos victorias para amarrar serie.

Tigres regresó a Tijuana la semana pasada para adjudicarse el compromiso dos juegos a uno, a pesar de que Carlos Gastélum vio terminadas dos rachas: los 17 juegos consecutivos conectando al menos un imparable y la cadena inmaculada con el guante de 68 juegos de rol regular en verano y 134 incluyendo su perfecto invierno sin cometer error.

Más tarde, por cuantos detractores tenga el clásico del baseball de LM - la otrora Guerra Civil- la electricidad que genera un Tigres-Diablos en la capital del país es incomparable. Los felinos se fajaron para ganar sábado y domingo reclamando el dominio sobre su acérrimo rival pues en 2015 los escarlatas ganaron cinco de seis juegos. Las excelentes asistencias en el diminuto cuan confortable Fray Nano, el entrañable vernáculo chilango con coloridos improperios que emergen de la tribuna roja hacia los peloteros visitantes, la aparición de una fanaticada que jura fidelidad a un club que suma 15 años de partir y la enjundia impresa por los protagonistas entre las rayas de cal fueron, indudablemente, lo más sabroso que dejó la serie.

La mancha: el afán protagónico del México por sobresalir, más allá de sus muy legítimamente propias regulaciones internas sobre el uniforme y la obligada ausencia de vello facial, con un absurdo y jamás visto ejercicio de salir a fungear rolas a los infielders mientras el pitcher calienta antes de iniciar un inning. Mi más profundo respeto por José Macías e Iván Cervantes quienes seguramente cumplen órdenes de algún maníaco mandamás con delirio de omnipotencia. Platicando con distintos personajes, me cuentan que ni en Asia llegan a tales fantoches aun cuando los orientales practican en el umbral de la exageración, con tres jaulas de bateo simultáneamente activas o coaches que utilizan una máquina para surtirles el mayor número de pelotas en el menor tiempo posible con el perfeccionista afán de batear cuantas rolas sean posibles a los fildeadores. En fin.

 
DU: DESIGNATED UMPIRE

Pablo Soto encabeza la cuarteta de umpires que más ha trabajado en desafíos de los Tigres durante 2016, con la miniserie inaugural además de tres compromisos en el Beto Ávila y otro par en gira. Las cuartetas de Jesús López Miller y Carlos Campechano acumulan cuatro series disputadas por los bengalíes, por tres bajo la vigía de Démian Hernández, dos de Jaime Gutiérrez y una con Daniel Rubio y Humberto Saiz al mando respectivamente.

¿Quién cree usted que lidera al grupo de jueces en series disputadas por los Diablos Rojos del México? Si su respuesta lleva el nombre del mejor umpire de México, acertó: Humberto Saiz y sus colegas suman seis series de los pingos, por cuatro de  la cuarteta comandada por Jaime Gutiérrez, tres tanto de Jair Fernández como de Daniel Rubio, en dos han estado las huestes de Démian Hernández y Orlando López y apenas una vez han vigilado Carlos Campechano y los suyos.

Supongo llamaremos a este ejercicio una simple curiosidad.

 
FOTO: Enrique Gutiérrez